16 agosto 2005

El alcalde Prado...





Conocí algunos alcaldes. Del pueblo recuerdo a don Sergio Prado. Para la ciudadanía toda, simplemente "el loco Prado". Cierta madrugada unos vecinos, bien puestones, golpearon la puerta de su casa. Le trajimos un pescado de regalo, dijeron al alcalde en bata de levantar y pantuflas encajándose los anteojos. Que visita a hora tan inoportuna, jóvenes, pero enfin. Al desenvolverlo casi muere, ¡era un sable!... y él que lo iba a meter al refrigerador.
A la mañana siguiente Curicó estaba en pie de guerra, amenazaba con invadir mi pueblo. El arma había sido arrancada a tirones, con un jeep, desde la estatua de Luis Cruz Martínez que se levanta en la Alameda curicana. Interrogados los delirantes autores argumentaron que el héroe niño había nacido en Molina y que no era pecado, ni venial, haber iniciado el traslado del monumento comenzando por lo más liviano.
Otra de don Sergio. Con don Otilio Rojas, dueño de la peluquería, liberal, balmacedista, de bigote kaiseriano, protagonizaban, en el bar del Club La Posada, extensos diálogos doctrinarios iluminados por el magnífico vino tinto que del Valle del Lontué ha manado por siglos. Se prolongaban hasta que don "Otto" recordaba que Prado era socialcristiano. Se ponía de pie y musitaba "alcalde chusumadre".... a lo que éste, también chamuscado, replicaba, en igual tono, con un despectivo "peluquerillo, peluquerillo" ...

1 comentario:

N.X. dijo...

Don Otilio Rojas, abuelo de mi padre Nelson Rojas! excelente blog!